domingo, 27 de mayo de 2012

Sandra Pachon

 

4 comentarios:

  1. Alguna vez te has comido un postre con mucho deseo y has sentido ese placer único en tu boca?
    Te lo pregunto porque esa es la sensación que yo siento cuando veo un partido de Alemania o de Nacho,,,,esa inmensa alegría que no cabe en tu pecho cuando meten un gol o el vacío en el estomago cuando pierden...pero igual por más que te sientas decepcionada y digas que no vuelves a ver fútbol en tu vida,,,ellos te reconquistan y al verlos jugar de nuevamente de llenas de emoción y los sigues amando como siempre,,,,,me parece que no hay mejor plan que una buena cerveza y un excelente partido de fútbol,,,y las pocas mujeres que tienen la habilidad de jugarlo, gozan de ser muy deseadas entre el publico masculino y fabulosamente sensuales,,,,,

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  2. Estamos en una sociedad supremamente machista en donde la mujer es tomado muchas veces como un sujeto pasivo, la cual solo sirve para estar en la casa negandoseles así la posibilidad de crecer intelectual y emocionalmente, para lo cual este trabajo me parce que plasma una ruptura de genero, ademas que el fútbol es un tema apasionante

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  3. Siempre he mantenido una posición firme en cuanto la delicadeza, ternura y vanidad como características fundamentales en una mujer, por esto me es muy difícil entender que una mujer tenga actitudes agresivas, mi trabajo de género lo desarrolle estableciendo esta posición. Personalmente me encanta el fútbol,tengo mis equipos favoritos, pero una cosa es ser aficionada, y otra es practicar este deporte que implica actitudes agresivas

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  4. Los deportes implican habilidades y este es el caso del fútbol....quien dijo que las mujeres no somos tan habilidosas como los hombres para jugarlo? no es necesario dejar a un lado la delicadeza que nos caracteriza para responder satisfactoriamente en este tipo de deportes....somos capaces de vencer cosas que no imaginamos, de luchar la vida día tras día sin desfallecer...el fútbol no sería gran problema...el problema real radica en surgir y salir a flote de este mar de machismo en el que nos han formado.

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